En mi casa se aprovechan los días anteriores al Domingo de Pascua para decorar los huevos. En Alemania se consiguen colores especiales para poder teñir los huevos de diferentes colores. Además ahí se suelen encontrar todavía huevos blancos, que me resulta imposible en Madrid...Pero los huevos marrones también pueden quedar así de bonitos:
Para conseguir un color amarillo o marrón, se usa cascara de cebolla o cascara de nueces. Se pone a hervir el agua junto con la cascara y se puede observar que va cogiendo poco a poco un color oscuro. Mientras tanto se preparan los huevos para decorarlos. Se pueden atar cordones o gomas o pegar hojas pequeñas de alguna hierba. Suelo meter los huevos con la hoja pegada en un trozo de media, cerrando bien los extremos con un nudo fuerte. Así no se mueve la hoja. Se añade el huevo al agua y se deja hervir. Cuanto más tiempo queda en el agua, más fuerte será el color de la cascara. Una vez sacado del agua, se quita con cuidado la media y la hoja de hierba. Donde se había pegado la hoja, el huevo ha mantenido su color original. Para finalizar se frota el huevo con un poco de aceite para darle brillo y ya está. Se conservan pocos días fuera de la nevera...
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